LA POBRE VIEJECITA
RAFAEL POMBO EL POETA DE LOS NIÑOS
BIOGRAFIA
(Bogotá, 1833 – 1912) Poeta colombiano al que se considera uno de los nombres fundamentales del romanticismo sudamericano y que fue coronado poeta nacional en 1905.
(Bogotá, 1833 – 1912) Poeta colombiano al que se considera uno de los nombres fundamentales del romanticismo sudamericano y que fue coronado poeta nacional en 1905.
Estudió ingeniería, luego se hizo diplomático, fue
miembro del Parlamento de Colombia; y se lo considera uno de los grandes
poetas y narradores del romanticismo hispanoamericano. Entre los temas de sus poesías, se
pueden señalar: el amor, la naturaleza, la desesperación y la soledad.
Pero la mayor
popularidad la alcanzó este autor con sus obras antológicas, en la
literatura infantil, especialmente los textos contenidos en su libro Cuentos
pintados y cuentos morales para niños formales (1854).
Se pueden
citar La hora de las tinieblas, Preludio de primavera; y para niños,
cuentos rimados como Simón El Bobito, Doña Pánfaga, Renacuajo paseador,
Cutufato y su gato, Pastorcita, La Pobre Viejecita, El niño y la mariposa.
Logró recrear los recuerdos
de la infancia en su país y muchos de los chicos recuerdan a Rin Rin, el
renacuajo, los vestidos de la Pobre Viejecita y las colas de las ovejas de la
Pastorcita
Hace 100 años, el 5 de mayo murió una
de las glorias de las letras colombianas. Para conmemorar esta fecha y hacerle
un homenaje a su obra, un compendio de poseía y fábulas que encantaron a niños
y adultos, el Gobierno declaró el 2012 el año de Rafael Pombo.
LA
POBRE VIEJECITA
Érase
una viejecita
Sin
nadita que comer
Sino
carnes, frutas, dulces,
Tortas,
huevos, pan y pez
Bebía
caldo, chocolate,
Leche,
vino, té y café,
Y la
pobre no encontraba
Qué
comer ni qué beber.
Y
esta vieja no tenía
Ni
un ranchito en que vivir
Fuera
de una casa grande
Con
su huerta y su jardín
Nadie,
nadie la cuidaba
Sino
Andrés y Juan Gil
Y
ocho criados y dos pajes
De
librea y corbatín
Nunca
tuvo en qué sentarse
Sino
sillas y sofás
Con
banquitos y cojines
Y
resorte al espaldar
Ni
otra cama que una grande
Más
dorada que un altar,
Con
colchón de blanda pluma,
Mucha
seda y mucho olán.
Y
esta pobre viejecita
Cada
año, hasta su fin,
Tuvo
un año más de vieja
Y
uno menos que vivir
Y al
mirarse en el espejo
La
espantaba siempre allí
Otra
vieja de antiparras,
Papalina
y peluquín.
Y
esta pobre viejecita
No
tenía que vestir
Sino
trajes de mil cortes
Y de
telas mil y mil.
Y a
no ser por sus zapatos,
Chanclas,
botas y escarpín,
Descalcita
por el suelo
Anduviera
la infeliz
Apetito
nunca tuvo
Acabando
de comer,
Ni
gozó salud completa
Cuando
no se hallaba bien
Se
murió del mal de arrugas,
Ya
encorvada como un tres,
Y
jamás volvió a quejarse
Ni
de hambre ni de sed.
Y
esta pobre viejecita
Al
morir no dejó más
Que
onzas, joyas, tierras, casas,
Ocho
gatos y un turpial
Duerma
en paz, y Dios permita
Que
logremos disfrutar
Las
pobrezas de esa pobre
Y
morir del mismo mal
No hay comentarios:
Publicar un comentario